domingo, 26 de abril de 2009

ADIOS A UN ESCRITOR AMIGO


Antonio Pereira, nos deja… 1923-2009 (A 49 DÍAS DE CUMPLIR 86 AÑOS)

ANTONIO PEREIRA, nos deja, un soleado veinticinco de abril y a medio día, cuando el latido de su corazón se apagó de súbito y dejo el silencio inundándolo todo. Pero no el vacío, ni la nada absoluta, dado que su obra como la máxima que aparece en el torreón portada (Pazo de Fefiñans), de su reciente entrega literaria –La divisa en la torre- “OSAR MORIR DA LA VIDA”. Diríamos que a su inacción creativa a partir de ahora, le sucederá todo su legado literario que retomará un mayor impulso y su latido se trasladará a cuantos se acerquen a ella, lo han hecho y lo harán más si cabe en fechas tan propicias “fiesta del libro” para contactar con su poesía o el cuento de Antonio del que tan buen maestro era y también cultivo con un estilo personal e inconfundible. He tenido ocasión de junto a él compartir mesa y mantel en veladas poéticas en Villafranca del Bierzo su tierra natal, en la fiesta de la poesía que él dio vida e impulso desde su mecenazgo y afán de trascendencia a otras latitudes, otras gentes y otros creadores y autores de relieve y categoría a nivel provincial y nacional. En este próximo junio y en la herradura de la Alameda estará tu silla vacía, pero muchos, muchos versos derramados alcanzarán a tu nueva sede en la azarosa compañía de Ursinos, Beberide, Manolita, Guerreo, y a cuantos tú convoques a esa sideral fiesta poética de cada primavera. Jugando con las palabras desde mi rincón de vate en ocasiones y emulando tu habilidad, precisión y acomodo en el uso de estas, por lo cual tú emerges como ejemplo singular, te escribo este poema para si surge la ocasión a titulo póstumo leerte.
AL ANTONIO QUE TENIA…


ANTONIO tenía la barba blanca
El cabello de igual modo
Gafas de pasta, tono miel o laca
Y cristales de miope acomodo.

Tras los cuales te miraban
Dos ojos negros de sutil intención
Que escrutadores captaban
Pictóricos paisajes con fruición.

Halo de intelectual al tiempo
Con gesto bonachón, angelical y pólice
Premiando la oportunidad emanada.

Y dispensando al propio tiempo
Una sonrisa que emerge cómplice
En la esperada ocasión de ser amada.

3 comentarios:

  1. ¿Por qué será que los poetas y pensadores tienen todos una expresión parecida?. Junto a sus ojos de mirar lánguido, una media sonrisa.

    Lía

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  2. Todo ello sea porque alcanzan metas tan alejadas de lo cotidiano que acomodan su afán a una postura aquiescente...

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  3. Dionisio de Pereira se han escrito sin duda muchas cosas, pero todavia no habia yo leido, un poema que lo definiese tan bien., gracias miles,pues yo llevo Antonio siempre en mi corazón.

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